Mi mamá de 84 años siempre ha creído en doctrinas alejadas de la verdad de la Palabra.
He estado orando para que el Señor abra sus ojos y le permita ver con sus ojos espirituales. Debido a un pequeño accidente que sufrió, estuvo en ayuno y oración, en nueve días mi mamá vio una respuesta por parte del Señor y su fe fue avivada.